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GALERÍA DELTA DE PICÓ

Galería

EXHIBICIONES

La Galería es un espacio de exhibición para artistas profesionales y emergentes con propuestas alineadas a los propósitos educativos de la institución. Cualquier artista interesado en utilizar las instalaciones y servicios de la Galería deberá someter una solicitud que incluya la propuesta conceptual, imágenes de la obra a ser presentada, y el curriculum vitae del artista. El Comité de Galería evaluará las propuestas recibidas, escogerá los artistas y asignará las fechas para las exhibiciones. 

 

Para información detallada, puede descargar el Reglamento de la Galería Delta de Picó y la Solicitud de Galería.

Origen y desarrollo

 En 1968, la Liga inauguró su primera sede, "La Casita", con una exhibición colectiva. Poco después, en 1969 y bajo la presidencia de Roberto Ayala, la Junta de Directores determinó dar carácter permanente a una pequeña sala de exposiciones, bajo el nombre de Galería San José, con el objetivo de que sirviera de ventana al desarrollo del arte en la institución y en el país y al mismo tiempo de instrumento educativo. Tres años más tarde, con el fin de promover y afirmar un espíritu de superación estética en sus estudiantes, se organizó en "La Casita" su primera exhibición de arte infantil.

 

Al mudarse a su sede actual, la Liga inauguró el nuevo espacio en diciembre de 1978 al mismo tiempo que la sala destinada en él a exposiciones, a la cual se le impuso mucho tiempo después su nombre actual de Galería Delta de Picó. La primera exposición fue una colectiva de estudiantes.

 

En marzo de 1991 y a los fines de posibilitar un espacio más abierto a las exposiciones de los estudiantes, la Liga inauguró lo que se llamó la Galería Experimental, proyecto en el que se involucraron los propios padres de los estudiantes. Hoy día el espacio disponible a ese respecto es otro, pero la institución sigue firme en el propósito que la animó a abrirlo.

 

Objetivos

Desde sus orígenes, la Galería de la Liga ha promovido las exhibiciones de artistas profesionales y noveles, así como de sus profesores y estudiantes, con lo cual ha servido distintos objetivos. Primordial ha sido el de fomentar la difusión del arte en el país, proveyendo uno de los espacios más atractivos y solicitados, particularmente en épocas en que el número de galerías en la ciudad y en el país era muy reducido. Ha perseguido igualmente el objetivo de promover el desarrollo del arte y llenar las necesidades formativas de los artistas nacionales mediante exhibiciones que den cuenta de las nuevas tendencias y visiones de la experimentación estética. También ampliar los horizontes estéticos del espectador local, artista o mero amante del arte, abriendo ventanas a la producción artística extranjera; así como proveer oportunidades a artistas noveles de someterse a la crítica profesional y al público general. Pero, sobre todo, complementar los procesos educativos de la Escuela.

 

La Liga ha perseguido, además, el propósito de dar a conocer los fondos artísticos de otras instituciones así como la labor de éstas, en un claro afán de promoverlas y de establecer lazos de colaboración mutua. Entre ellas: el Museo del Cartel de Río Grande,  el Museo de Arte del Municipio de Caguas y el Museo de Arte Contemporáneo.

 

Una valiosa trayectoria

En el tránsito de medio siglo, la Liga  ha organizado y presentado importantes exposiciones, muchas de las cuales han marcado derroteros al arte puertorriqueño. Como ha apuntado la crítica de arte Myrna Rodríguez, la posición intermedia de la Galería de la Liga entre las galerías comerciales privadas y las instituciones gubernamentales, "ha logrado una especie de terreno neutral donde se puede apreciar realmente un tipo de arte no controlado por ninguna de las dos agencias determinadoras de lo que viene a ser un arte aceptable o una corriente dominante".

 

En agosto de 1980, la Liga fue pionera en la presentación en Puerto Rico de instalaciones, primero con una exhibición de Dyonis Figueroa y luego con una exhibición icónica de Antonio Martorell titulada White Christmas.

 

En 1981, tres instalaciones de la por entonces novel artista Dhara Rivera, ejemplificativas de ambientes urbanos donde los abusos del hombre dificultan su propia presencia, atestiguaron, de conformidad con la crítica, que la Liga era una de las pocas instituciones del país que para esa época patrocinaban exhibiciones de tendencias "avant-garde".

 

La Liga ha concebido siempre su Galería como una ventana abierta a los artistas puertorriqueños residentes en el exterior que puede potenciar el diálogo artístico entre éstos y los puertorriqueños de acá. En 1982, la Galería abrió sus puertas a Wilfredo Chiesa, artista residente en Boston, cuya exposición Otros lugares era representativa de la técnica del collage.


Espacio-tiempo, exposición de 1983 que integró a Antonio Navia, Sergio Laureano y Nelson Rivera, planteó nuevas e importantes perspectivas en el campo de la experimentación plástica en Puerto Rico, utilizando los medios de la tecnología actual.

 

En 1990 dos exposiciones innovadoras, Orígenes, de Sandra Golbert, y Construcciones en medio mixto, de Charles Juhasz, plantearon nuevas posibilidades artísticas, la primera respecto a la manipulación de la fibra y la segunda respecto a la integración artística de la escultura y la arquitectura.

 

En 1999, la exposición internacional Arte Correo, organizada por AUMA (Acción Urgente Mail Art) planteó las interrogantes estéticas de un nuevo concepto. Y en el año 2000, dos exhibiciones representativas del género de las instalaciones -1 lb. de carne, USDA Choice, de Aarón Salabarrías, y Sobrecielo, de Ada Bobonis, recibieron elogios de la crítica como ejemplos de lo más fresco del arte contemporáneo.

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